Casa Botín: Visita el restaurante más antiguo del mundo

Restaurante Botín

Viajar por Europa es conectarse con la historia. Visitar monumentos y exponerse a los remanentes de siglos pasados. Por ello le llamamos el Viejo Mundo. Este tipo de turismo no se limita a la exploración, sino también a lo culinario. Un gran ejemplo de ello es el Restaurante Botín en Madrid, España.

Fundado en 1725 y mejor conocido como Casa Botín o Sobrino de Botín, este establecimiento ostenta el título del restaurante más antiguo del mundo. Su ambiente y su cocina reflejan siglos de tradición.

Restaurante Botín

El mundo previo al Restaurante Botín

Para hablar de Botín, debemos volver al pasado y verificar la validez del hito que representa. Los lugares donde clientes puedan comer y beber fuera de su domicilio existen casi desde el comienzo de las civilizaciones. Durante la dinastía Song, los viajeros a la antigua capital china de Kaifeng visitaban locales habilitados para servir alimento y bebida a clientela pasajera. La Roma y Grecia antiguas contaban con los termopolios, puntos fijos donde los ciudadanos podían adquirir alimentos ya preparados en la calle. Restos de termopolios pueden apreciarse entre las ruinas de Pompeya.

El concepto moderno del restaurante viene de Francia. Durante el siglo XVIII se popularizaron allí los negocios con decoración de lujo, donde servían caldos de carne y huevos para restaurer o revitalizar a sus comensales. La Grande Taverne de Londres o Taberna inglesa, fundada en Paris el año 1786, es considerada por muchos como el primer restaurante moderno.

Restaurante Botín

Validez del título

Mientras, en España, el cocinero francés Jean Botin y su esposa de Asturias llegan a Madrid con sueños de servirle a algún noble de la Monarquía Hispánica. Ambos inauguraron un negocio en las cercanías de la Plaza del Arrabal, hoy Plaza Mayor. Desafortunadamente, Botin y su amada fallecen sin dejar herederos. Por tanto, en 1725 el sobrino de su esposa remodeló el local de la Calle Cuchilleros y allí abre una posada con horno de leña.

Con el tiempo, la fama de su cocina transformó la posada de Botín en casa de comidas, luego en restaurante formal a manos de Amparo Martín y su marido, Emilio González. Ningún otro establecimiento de su clase fundado en la época permanece abierto. (La Taberna inglesa cerró sus puertas para siempre en 1825.) Por tanto, en 1987 el comité del Libro Guinness de los récords mundiales declaró a Casa Botín como «el restaurante más antiguo» aún vigente.

Además de Guinness, en 2012 la revista Forbes destacó el Restaurante Botín en su listado de 10 restaurantes clásicos del mundo. Asimismo, el Ministerio de Industria, Energía y Turismo de España premió a Botín con su «Placa de oro al mérito turístico» en 2008.

Restaurante Botín

Pasillos testigos de historia

Los herederos de la familia González continúan la tradición del Restaurante Botín en la actualidad, con muchas razones para sentir orgullo. Un almuerzo o cena en cualquier mesa de Botín es un viaje en el tiempo. Sus losas y lámparas preservan la atmósfera de su época como posada. El uso de madera y ladrillo emula un ambiente arquitectónico de puerto marítimo precolombino. Sus cuadros y grabados ilustran la evolución tanto del restaurante como de la ciudad que lo rodea.

Las cuatro plantas de Botín han sido testigos de la historia y el arte mundial. Cuenta la leyenda que Francisco de Goya, pintor de La maja desnuda, fregaba platos en la cocina de Botín previo a la fama. El local permaneció abierto durante la Guerra civil española como comedor para la milicia. Escritores españoles como Benito Pérez Galdós, Ramón Gómez de la Serna e Indalecio Prieto fueron clientes frecuentes y mencionaban a Botín con frecuencia en sus obras. A ellos se unen autores de habla inglesa como F. Scott Fitzgerald, Graham Greene, Frederick Forsyth y Ernest Hemingway.

El vivaz Hemingway es un caso especial, pues visitaba Botín en cada viaje a España y hasta entabló amistad con el propietario Emilio González. Tal fue su amor a Botín que lo inmortalizó en dos de sus novelas más importantes, Death in the Afternoon (Muerte en la tarde) y The Sun Also Rises (Fiesta).

Restaurante Botín

Relatos de sabor

Tal como Botín ha perdurado a través de los años, su menú castellano tradicional ha variado poco en los últimos tres siglos. Es como si los sabores contaran su propia historia en el paladar de sus visitantes.

Entre su oferta se destaca los asados de cochinillo y cordero, su servicio de almejas en salsa especial, el lomo ibérico de bellota, la merluza de pincho y sus jarras de sangría. Su bodega resguarda una amplia variedad de vinos españoles, muchos provenientes de La Rioja.

Restaurante Botín

Los amantes de la gastronomía pueden degustar de esto y más, mientras son servidos por meseros excepcionales de la vieja guardia. El equipo se esmera por la comodidad y satisfacción de su clientela de principio a fin. Todos trabajan con precisión y actitud positiva bajo la filosofía establecida por Amparo y Emilio hace décadas. Hospitalidad, excelencia y buen servicio al cliente. Valores prolongados por sus hijos, nietos y todo el personal cuyo privilegio es servirte en el Restaurante Botín.

Ahora, consejos

Llega temprano

Aunque reserves a una hora específica, puede que te reciban si llegas más temprano. Así tendrás más tiempo de recorrer el restaurante y disfrutar de sus detalles.

Restaurante Botín

Botín bajo tierra

Dato curioso: la antigua bodega de vinos de Botín fue remozada como parte del restaurante. Cuando reserves o entres a Botín, pide que te sienten en la bodega. Constituye el salón más característica de Botín con su arco de ladrillo.

Dulces antojos

Una taza de café con un trozo de tarta de queso con chocolate blanco o la popular tarta Botín finaliza cualquier festín con broche de oro.

¿Dónde lo encuentro?

Calle Cuchilleros 17, 28005 Madrid, España

+34 913 664 217 • +34 913 663 026

www.botin.es

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