Mi pésima experiencia en un Airbnb de Cancún

Mi Pésima Experiencia en un Airbnb de Cancún | My Horrible Experience at a Cancun Airbnb

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Por Dulce Aymará

Como viajera, considero las vacaciones un tiempo para descansar. Soy de quienes aprecia más una estancia tranquila y llena de comodidades que una de aventura y mal pasares como la que sufrí hace poco en un Airbnb de Cancún, México.

Mi perfil de turista

Viajo varias veces al año, pero nunca había utilizado los servicios de Airbnb. He alquilado departamentos para viajes en el pasado y no lo considero tan cómodo como hospedarme en un resort todo incluido.

Entiendo que existen destinos donde no es recomendable o posible una estadía de hotel. También sé que durante estancias prolongadas conviene más una propiedad alquilada que un hotel con plan all-inclusive por asunto de costo. Pero entiéndanme: soy mamá de tres adolescentes a los cuales debo cocinarles varias veces al día. Por eso prefiero vacaciones sin esa responsabilidad.

Mi odisea Airbnb en Cancún

Recientemente visitamos la ciudad turística de Cancún con toda la familia. Decidimos alquilar un Airbnb por la cantidad de personas en nuestro grupo y los días que nos quedaríamos. Empezamos nuestra búsqueda con muchísimo tiempo de anticipación. Como todos saben, cuando se planean unas vacaciones en familia, que involucran muchas personas de varios países, es necesaria la planificación prolongada.

Como mi hermana vive en Cancún, depositamos en ella la responsabilidad de elegir un lugar que quedara cerca de su hogar. Días antes de nuestro arribo, ella visitó el sitio contratado. Resultó ser una pocilga. Todo sucio, inseguro, la puerta rota y con acceso a través de un barrio un poco dudoso.

Inmediatamente solicitó el reembolso de nuestro pago y empezó a buscar otra opción para nosotros.

Segundo intento

El día de llegada a Cancún apareció un departamento que «cumplía» con nuestras exigencias de espacio y cercanía, así que lo elegimos.

Cuando llegamos al departamento tenía un olor horrible y requería limpieza. El inodoro de mi baño no tenía asiento. Los pisos estaban súper sucios. Faltaban cosas tan básicas como toallas, baterías en los controles remotos, bombillos de luz y artículos de cocina.

Ya estábamos allí y no dejamos que eso nos arruinara las vacaciones. Mi cuñada y yo limpiamos el departamento. Disminuímos nuestras expectativas de alojamiento para no perder un segundo lugar. Sólo así pudimos salir a recorrer Cancún con tranquilidad.

Nos desalojaron

Faltando dos días para terminar nuestro contrato en el Airbnb, vino la persona que nos alquiló y nos pidió desalojar el departamento. Su excusa fue unas supuestas tareas que serían realizadas en las tuberías de agua de la propiedad. Teníamos programado un viaje a Tulum justo para ese día, pero amanecí enferma y nos quedamos. Es decir, de no haber estado presentes nos dejan en la calle.

Pasamos toda la mañana rogándole al encargado que no nos moviera, pero fue imposible. Incluso temimos que, al quedarnos de mala gana, entrarían en la noche y nos robarían todo. Porque sí, el dueño tenía copia de la llave del departamento. Hasta entró en una ocasión cuando no estábamos presentes.

Imagínense nuestro miedo en un país desconocido, hospedados en un lugar donde no te quieren más. Fue una sensación de impotencia y rabia. Finalmente, accedimos a desalojar el departamento, con la condición de que nos encontrara otro cercano en donde dormir la última noche en Cancún. Pasamos esos dos días antes de volver haciendo y deshaciendo maletas. No pude disfrutar la playa y encima sufría de gripe. La experiencia no fue nada agradable.

Políticas de Airbnb

Estuve leyendo las políticas de Airbnb luego del incidente. Resulta que el servicio tiene una Política de reembolso al huésped para estancias de Airbnb. Entre las condiciones está contemplada la experiencia que viví. El reembolso es admisible si durante la estancia surge cualquier problema. Sólo se necesita comunicarse con la empresa y ésta reembolsa parcialmente la estancia o realiza una nueva reservación en otro lugar, según la naturaleza del problema.

La cuestión es que cuando uno viaja tiene los días contados. Aunque el mismo anfitrión nos facilitó otra estancia, no es justo que dos días de mis vacaciones las pasara mudándome y limpiando departamentos. Esto es por lo que sigo apoyando a los hoteles, sus instalaciones y sus atenciones. Llámenme retrógrada, pero las vacaciones son para descansar, en mi opinión, no para limpiar ni cocinar en casas ajenas.

Aunque Airbnb no es responsable de las actividades ilícitas de sus anfitriones y la empresa se hace cargo de cualquier problema, aún queda mucho camino por recorrer. Lo ideal sería que este sistema de alquileres sea 100 por ciento regulado en todos los países, con supervisores en todos lados. Así los anfitriones cumplirían los contratos que firman al pie de la letra. Probaré los servicios de Airbnb en el futuro y de tener problemas los contactaré de inmediato. Sin embargo, también seguiré utilizando otros medios de hospedaje basado en donde me encuentre.


Dulce Aymará es co-fundadora de Destinos Ahora y especialista en redes sociales, con experiencia en publicidad, periodismo, hotelería y relaciones públicas. Encuéntrala en Instagram, Facebook, Twitter y YouTube como @dulceaymara y @dulceaymaracocina.